miércoles, 26 de agosto de 2009

Poesía a la manera de Leonor

Cliclea aquí para escuchar estas bellísimas melodías y luego "atrás" para volver:

***
Acaríciame - Manoella Torres

***Miriam Hernandez - Se Me Fué
***
VICENTE FERNANDEZ - Un millon De Primaveras
***


MIS POESIAS Y POETAS FAVORITOS




Quizás te diga un día que dejé de quererte, aunque siga queriéndote más allá de la muerte; y acaso no comprendas en esa despedida, que, aunque el amor nos une, nos separa la vida.
                                                                                              José Ángel Buesa



¿Qué es Poesía?
G. A. Bécquer
¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
En mi pupila tu pupila azul.
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía eres tú.



Taller de poesía

Cuatro
paredes blancas,
tres puertas, dos ventanas,
muchas sillas y al frente
un escritorio
 central.

Y aquí
estamos,
ansiosos, expectantes,
sesudos,  razonables, prudentes
silenciosos, discretos, reservados
Aprendices de bardos.
tímidos, petulantes…recelosos.
Algunos muy formales,
  todos… un poco
 locos

Quimeras,
espejismos,
ensueños, utopías,
prejuicios, invenciones,
mitos, ficción, anhelo,
ideas sorprendentes,
versos,  estilos, formas,
poetas y poemas
 preferencias y gustos.
¡Cuánta sabiduría! 
Es todo un entendido
 nuestro guía.

Y al final
 ¡Qué ironía!
Aún más  inescrutable 
la esquiva y la anhelada  
poesía.

La tarde ya se aleja
termina esta tertulia singular
Quedan muchas preguntas sin respuesta
muchas dudas que a solas
 tendré que despejar. 

Y este anhelo de siempre,
esta secreta fiebre que no me da sosiego,
Ese clamor constante que no puedo acallar,
  esa expresión del alma que se empeña en brotar,
 esa voz imperiosa que  agiganta  mis dudas,
 que me lleva por sendas empinadas y oscuras,
por caminos ignotos, por estepas, por valles,  por senderos extraños y tortuosos,  que susurra  a mi oído arcanos y  misterios…vivencias prohibidas, que en noches de desvelo me revela otras vidas, que me habla de otros mundos de otros seres distintos…
de  formas  diferentes de amar
y de pensar.

 Ese idioma
 del alma que tanto me cautiva
que en vano he procurado tratar de  aprisionar
                                    Lenguaje que se escurre arisco entre mis versos
y por más que me esfuerzo,
no logro reflejar.


Cali, Junio 6 de 2011

Leonor Fernández Riva



Hermano guerrillero


Sí,
querido hermano guerrillero,
para ti escribo hoy. Para ti que perdido
 en la espesura o quizá entre la selva de cemento
solo piensas matar a tus hermanos,
separar las familias, destruir
los poblados.

Para ti,
que olvidando
que existe un Cristo que murió por salvarnos
crucificas de nuevo cada día
con saña y con sevicia a tantos
colombianos.

¿Qué piensas,
dime, hermano guerrillero,
cuando declina el sol,
cuando la tarde se oscurece en el cielo,
cuando quizá también el sueño atormentado
se resiste a llegar a adormecer tus yerros
o aliviar tu conciencia.

Y transcurren las horas
en vigilia contemplando tu vida,
una vida marcada por la crueldad y por la sangre
que va dejando luto ante su paso
por todos los caminos
y poblados?

¿Vale la pena, dime
 querido hermano guerrillero
desperdiciar el precioso regalo de tu vida?
¿Te has preguntado acaso si lo que estás haciendo
se justifica? ¿Es bueno?

Has perdido
 la brújula, hermano guerrillero,
has extraviado el rumbo, te han mentido,
lo que haces no es correcto,
hay otra vida para ti esperando
en esta tierra buena, que es nuestra tierra,
hermano guerrillero.

¡Bota el fusil!
¡Enjuágate esa sangre
ahora que aún estás vivo,
ahora que estás a tiempo!
Vuelve a reír, hermano, aprecia nuevamente
 la sonrisa de un niño, el calor del hogar,
la dulzura infinita de volver
 a soñar.

Colombia es nuestra patria
 y ella cual madre buena te está llamando
¡Acude, acude presto! Acude sin tardanza
Al llamado del bien
y la esperanza.

Y forjando la paz
Con valentía, con generosidad, con alegría,
¡Construye para ti un camino nuevo!







No tardes tanto, amor






Hoy
 estoy triste, amor.
Y, ¿sabes? no es muy
usual en mi ese sentimiento.
Pero hoy,  al recordarte, al sentir tu silencio
algo dentro de mi se está
 muriendo.

 Déjame 
preguntarte:
¿Qué mal le hace a tu vida mi porfía?
Dime, ¿es tan difícil permitir que te adoré así, sin esperanza
sin consuelo?


No aspiro
a realidades bien lo sabes.
Sólo te pido sueños. Este amor germinó
entre  palabras y entre palabras puedes
mantenerlo.


¡Me estás
perdiendo, amor! ¿No te das cuenta?
¡No tengo mucho tiempo! Con los días que pasan
inevitablemente me estoy yendo.
Y cuando menos pienses
todo esto que hoy yo siento
se habrá perdido, amor,
será postrero.


Habrá
pasado ya,  irremediablemente,  
 este fugaz momento de alegría y pasión, de infinito amor,
de juventud total que  por ti estoy
sintiendo.


¡No
tardes tanto, amor!
Ven, ¡te lo ruego! que para amarnos
aún estamos
a tiempo.

 Aún
florecen las
rosas en mi huerto
y está la fuente fresca
y cantarina esperando con ansias
tu regreso.

No
tardes tanto, amor

que para amarme
 ¡todavía estás
a tiempo!







He tornado a ser Eva cavernaria

Hoy no te quiero, no,
con un amor tranquilo, honesto y recatado
Hoy la fiebre que siento no me deja pensar
Hoy la sangre caliente se atropella en mis venas
Y aunque tú no lo quieras, ¡me tendrás que adorar!


Hoy no te quiero, ¡no!
Como una madre,
¡ni como hermana!
¡menos como amiga!
Hoy solo soy mujer, y hoy
¡necesito a mi hombre!

He vuelto a ser salvaje,
Primitiva, cavernaria, carnal…
Confúndete conmigo, ¡te lo ruego!
¡Hazme mil veces tuya!
¡No descanses, amor!
¡No sientas sueño!
Vuelve a tener veinte años.
Hoy yo también soy joven.
Hoy ¡soy fuego!

Hay en mi un loco anhelo
De eclosionar mil veces
Con la savia divina
Que inunde nuestros cuerpos,
Procrear mil chillos,
Inventar junto a ti un pecado nuevo
Que sea tan inusual  y a la vez tan real
¡Que se torne en un nuevo
Pecado Original!

Hoy estoy loca,
¡Sí! Quizá mañana
Tornará el sosiego, quizá…,
No puedo asegurarlo,
Pero quizá podré entonces
Tomarte de las manos
Con el amor sereno
De otros tiempos.
Y acariciar despacio
Tus cabellos
Con la infinita ternura
De saberte
Mi dueño.

Pero hoy, ¡No!
Hoy yo soy solo
Un animal en celo
He tornado a ser
Eva cavernaria
Y llena de lujuria
¡Te deseo!


rosa de la pasión




 Arpergiria

Leonor Fernández Riva

  

Lo sé
estoy segura
yo nací un día que  Dios estaba alegre 
y el universo entero 
sonreía

Existe en mi
una fuerza, una alegría
que las penas, los duelos, las fatigas

no pueden disipar, y dentro de mi pecho
un corazón vibrante, apasionado y loco

que se niega a dejar de
palpitar.

De forma misteriosa, 
 y por algo  que ignoro, después
de cada golpe de la vida triunfa  en mi,
el imperioso deseo  de volver 
con más fuerza 
a comenzar.  

Cuando
deje esta vida,
-y el día este lejano- 
dejaré los eneros,
los diciembres y marzos
perfumados
de mayos.



Lo sé, 
estoy segura
 yo nací un día que el universo entero sonreía
Un día que Dios estaba alegre...
¡Feliz!



                                                                            ***
                                        

A tu oído

Leonor Fernández Riva

Casi
sin darte cuenta
te me he ido metiendo
por entre las ranuras de tu
inescrutable
corazón

Pero no,
no te asustes,
me conformo con poco, casi nada.
Déjame convertirme en el lado escondido de tu vida.
En ese deseo íntimo que no cuentas a nadie;
en esa fiebre extraña que genera

 tu insomnio.

No quiero ser pantufla ni bostezo. 
 No quiero que me roces en la cama sin apenas notarlo.
ni quiero un “buenos días” rutinario sin que aparezca al sol al pronunciarlo
No quiero ver tu ropa ni mi ropa interior en el armario,
ni el cepillo de dientes en el baño ni las cuentas de luz y de teléfono
cuando no seas mi luz y casi no tengamos de que hablarnos.
No quiero tu pensión ni tu apellido ni tu cuenta de banco.
Y menos, muchos menos, heredarte mi amor
en unos años.


Yo quiero
seguir siendo para ti
solo un sueño. Lo que no puede ser, lo irrealizable,
un arco iris en medio de la noche, una aurora boreal en el Caribe,
un unicornio azul en medio 
de la tarde.

No quiero
días tranquilos
 y serenos. Quiero ser explosión,
fuego, pecado, calor, delirio, frenesí, cansancio.
No trates de volverme realidad. Soy solo lo que soy,
tan solo un sueño.Una mujer lejana cuya imagen
te asalta solo en noches
de desvelo.

Surgirán
otros seres en tu vida.
En otros brazos palpitarás febril con el deseo.
Y quizá en otras bocas se saciarán tu sed
y tus anhelos.

Mas sé
que siempre
volverás a ansiarme
Será inútil que trates de olvidarme
Yo sé, te lo aseguro, que inevitablemente
 volverás a desearme cada día
cuando se ponga el sol
sobre la tarde.

****

Desvarío

Eres
la tentación

que ya no puedo resistir
El pecado que quiero cometer
¡Del que nunca me quiero

 arrepentir!


Eres
el desatino,
la imprudencia,
la crítica, la habladuría feroz,
el olvido de mi serena dignidad,
la burla, la calumnia,
lo indigno, lo grotesco...
¡la locura a mi
edad!


Mas,
así como el fuego que devora
con avidez la rama seca,
la hojarasca mustia, así,
quiero encender mi pobre cuerpo
con tu ardiente flama,
abrasarme de amor entre tus brazos,
y en la hoguera vibrante de tus ojos
¡fundirme de calor y de pasión!


Quemar
mis naves,
olvidarlo todo,
que no exista retorno
que se acabe la vida
aspirar solo el aire que respiras
extinguir mi existencia,
regalarte mi esencia
¡y morirme de amor
!


***

Conjuro de amor

Leonor Fernández Riva




¡Piensa en mí! 
¡Piensa en mí! Piensa en mí, corazón, cuando amanezca el día
y tímida la luz ingrese hasta tu alcoba, cuando te bañes, cuando te vistas, cuando tomes café, cuando estés trabajando, cuando estés conversando, cuando te salgan bien todas las cosas, cuando te salgan mal, cuando estés preocupado, cuando estés relajado, cuando estés divertido, cuando estés distraído.
¡Piensa en mí! ¡Piensa en mí!

¡Piensa en mi!


Piensa
en mi, corazón,
cuando caiga la tarde y regreses cansado hasta tu hogar,
cuando se oculte el sol, cuando las sombras ya lo invadan todo
y se enciendan las luces en las calles y con nostalgia evoques el ayer.
Cuando estés con los tuyos, cuando estés entre extraños,  cuando te venza el sueño, cuando estés recostado, cuando ya estés dormido,
¡Por favor, te lo ruego, piensa en mi!

¡Piensa en mí!


Piensa en mi
día y noche, noche y día,
en todos los momentos de tu vida
¡Y no dejes de hacerlo, vida mía!
¡Piensa en mi, piensa en mi!
¡Piensa en mi, corazón!
¡Piensa en mi!





Crepúsculo

Leonor María Fernández Riva





Una tarde,
una tarde gris y fría
tan ausente de esperanza,
tan letárgica y vacía
que al alma sobrecogía.

Una tarde,
una tarde en la que solo
los recuerdos de otros días
cual luciérnagas furtivas
por el alma discurrían.

Una tarde,
una tarde de un otoño
yermo y frío
en que la vida pasaba
sin dejar nada
en mi vida.

Una tarde,
ya muy tarde
cuando el sol ya a la distancia
se escondía;
sin siquiera presagiarlo,
mi existencia
cambiaría.

Como surje un arco iris,
En un cielo encapotado,
como nace un brote nuevo
en la ceiba ya cansada y centenaria
¡apareciste en mi vida!

Inútil fue resistirme:
eras tú, el que yo esperaba
desde siempre, desde niña,
entre libros, entre sueños,
entre sábanas…

Un destello de locura,
de pasión incontrolada,
brotó infinito, invencible
en los pliegues insondables,
en las fibras más sensibles
de mi alma enamorada.

Y la tarde se hizo día;
y el otoño, primavera
y de nuevo florecieron
los sueños y fantasías.

La noche,
la negra noche
que el crepúsculo anunciaba,
retrocedió conmovida
de ese amor apasionado
que nacía.

¡Oh el misterio de las almas que se encuentran!
¡Oh la magia de las almas y las pieles embrujadas!
¡Oh las almas ya por siempre entrelazadas!

En esa tarde de otoño
poblada de mil murmullos do las aves en las frondas
ya sus trinos ocultaban y campanas agoreras
a lo lejos amarguras y tristezas presagiaban,
aquel ser resplandeciente
que surgió tan de repente
sin que nada en mi horizonte lo anunciara,
unió su paso a mi paso y a mis pasos ya cansados
los suyos fuertes, airosos con dulzura tiernamente acompasaba.

Nuestras almas
tanto tiempo separadas
se unieron y fueron una
se unieron y fueron una
se unieron y fueron una
¡Y fuimos una sola alma!
¡Y fuimos una sola alma!
¡Y fuimos una sola alma
desde esa tarde encantada!

Hoy la tarde
se ha hecho noche.
Oscureció de improviso
en mi vida y en mi alma.
Partió mi amado, por siempre.
Se marchó sin despedirse.
Tal como un día a mi vino
de pronto volvió a la nada.

Esos sus ojos de fuego
que cual lámparas fulgentes
iluminaban mi alma
se cerraron para siempre
en una noche poblada
de susurros de quirópteros,
de cocuyos y cigarras
y el croar intimidante
de las ranas

Enmudecieron por siempre
sus palabras
sus palabras
sus palabras
¡tan amadas!

La tarde
se volvió noche.
Las tinieblas envolvieron
siniestras nuestras dos almas.
Una gélida mortaja
cobijó ya para siempre
su amado cuerpo sin vida,
su corazón y su alma
su corazón y su alma
su corazón y su alma.
Y mi cuerpo, ya sin sueños
y sin alma.

Cada noche
desde entonces
cuando todo se silencia
y se escuchan solamente
los chillidos de las ranas
y a lo lejos los aullidos
que un perro a la luna lanza
yo presiento su presencia
y sé que mi amado vuelve
tras las brumas ominosas de la nada.
Me envuelve entonces la magia de las horas ya pasadas.
Aspiro un aroma a mirtos, escucho un batir de alas
y siento que en el jardín las orquídeas se entrelazan.
Y volvemos a encontrarnos
Y nuestras almas se abrazan.
¡Y somos de nuevo una!
¡Por siempre una sola alma


¡Oh las almas en la vida y en la muerte entrelazadas!
¡Oh las almas que trascienden las fronteras de la vida, de la muerte y la distancia!
¡Oh las almas que se encuentran en las noches de silencio y de nostalgia!


Cali, Agosto/2009





Kamicazes malditos


Kamikazes malditos,
portadores de muerte,

que creen  que su raza y que su credo

 les dan el  privilegio  de  matar.
Seres apocalípticos que dejan a su paso 
un rastro inenarrable de sevicia 
y crueldad.

Fanatismo malvado de profetas perversos
que han hecho de la vida algo tan agobiante
que la muerte es un premio,  y sin remordimiento
 envían  a sus hijos a morir y matar.

¡Qué patraña 
tan grande han inventado
 de que al morir matando 
 alcanzarán la   gloria
y un más allá indecible
 de placer sin igual.

Ilusos terroristas
que mueren fragmentados
sin percibir siquiera
 que fueron engañados

Que el
 premio a su pecado
 será la muerte eterna
Que serán condenados
y que no tendrán gloria
ni aquí ¡ni más allá!








Hermano Neanderthal


Hermano Neanderthal
Te quedaste en el tiempo
Perdiste tu batalla en la  lucha salvaje
de un mundo en formación.

¿Como fue, dime, ese crucial momento
en que tu vida simple se cruzó con la vida bestial del Cro-Magnon?
¿Presentiste acaso que él te vencería?
¿Que no podrían coexistir en armonía?
¿Que su saña y crueldad te arrumbarían
a las zonas más yermas del planeta
donde  se iría agostando tu existencia  y tu vida?

Hermano
Neanderthal,
¿Por qué te fuiste?
¿Por qué no resististe?
¿Por qué la evolución te fue negada?
Este mundo quizá no sería  tan brutal
si hubieras sido tú el sobreviviente
y no este torpe  homínido
que se cree inmortal


No dejo de pensar
 cuán diferente hubiese sido todo
si hubieras poseído un poco  más de agallas…
y nuestro antiguo ancestro mayor entendimiento 
 y mucha, mucha  más
 humanidad.